Hola amigos, con este post comienzo una exposición fotográfica sobre los detalles de los tejados de Madrid a vista de zoom. Como es natural, cuando caminas por las calles de la ciudad tu mirada no alcanza a los detalles y las esculturas que hay a decenas de metros de altura, pero son muchas y de gran belleza, y que merece la pena conocer en una ciudad tan bonita como Madrid. Con esta serie de posts te traigo lo que nunca habías visto antes en primer plano, como si fueras un gato que se pasease por los tejados.
En este post vamos ver las maravillosas esculturas de los tejados de la calle Gran Vía. El atractivo de la Gran Vía madrileña, para la mayoría de la gente, son sus tiendas, sus bares, la multiculturalidad de las personas que la pasean y que miran de un lado a otro engullidos entre el bullicio. Pero, si cuando caminas por sus aceras te aíslas del fragor y elevas la mirada, veras los tesoros y maravillas que se apoyan sobre los tejados de los edificios de esta calle centenaria. El pasado octubre de 2017, una nueva maravilla se asentó en las alturas para deleite de los que deambulamos por allí, Diana Cazadora, y te invito a que sepas más de ella leyendo este post. Además, al final del post encontrarás un bonus musical como premio a tu atención.
En este post vamos ver las maravillosas esculturas de los tejados de la calle Gran Vía. El atractivo de la Gran Vía madrileña, para la mayoría de la gente, son sus tiendas, sus bares, la multiculturalidad de las personas que la pasean y que miran de un lado a otro engullidos entre el bullicio. Pero, si cuando caminas por sus aceras te aíslas del fragor y elevas la mirada, veras los tesoros y maravillas que se apoyan sobre los tejados de los edificios de esta calle centenaria. El pasado octubre de 2017, una nueva maravilla se asentó en las alturas para deleite de los que deambulamos por allí, Diana Cazadora, y te invito a que sepas más de ella leyendo este post. Además, al final del post encontrarás un bonus musical como premio a tu atención.
La pareja de enamorados Diana y Endimión.
Gran Vía nºs.31 y 32
En el número treinta y uno de Gran Vía se ha abierto el hotel de cinco estrellas Hyatt Centric, rematado en su cúspide por una escultura de Diana cazadora con cinco perros, refulgiendo con su color dorado y apuntando directamente a la escultura del rapto de Endimión situado en el tejado del edificio de enfrente, en el número treinta y dos.
El proyecto del conjunto escultórico fue encargado en 2014 por la empresa mejicana, dueña del hotel, a la arquitecta y escultora jienense Natividad Sánchez, que lo desarrolló junto con su equipo de la Escuela de Palma, situada a pocas manzanas de la Gran Vía.
Siendo la primera vez que se planta una escultura en la Gran Vía realizada por una mujer, Natividad ha desarrollado una nueva historia mitológica, para justificar la escena de las esculturas:
El proyecto del conjunto escultórico fue encargado en 2014 por la empresa mejicana, dueña del hotel, a la arquitecta y escultora jienense Natividad Sánchez, que lo desarrolló junto con su equipo de la Escuela de Palma, situada a pocas manzanas de la Gran Vía.
Siendo la primera vez que se planta una escultura en la Gran Vía realizada por una mujer, Natividad ha desarrollado una nueva historia mitológica, para justificar la escena de las esculturas:
“Ella es una Diana femenina y enamorada”, explica antes de detallar que, en su imaginación, intenta clavar una flecha al fénix que lleva en su lomo a Endimión, un joven pastor que ella visitaba a escondidas cada noche, al bajar de la Luna. Su amor prohibido -Diana debía ser casta- llegó hasta oídos de su padre, Zeus, quien envió al ave fénix para que secuestrara a Endimión y lo mantuviese oculto durante toda la eternidad.
Pero el fénix necesita regenerarse una vez cada 400 años, y ese día es el que ha de aprovechar Diana -acompañada de sus fieles perros- para dar muerte al ave con su arco y recuperar así a su amado para toda la eternidad. La estatua de Gran Vía capta justo ese momento, el del lanzamiento de la flecha con el que salvará -¿o no?- a Endimión." (Entrevista de El País a la escultora).
Diana Cazadora
La preciosa escultura brilla al sol desde las alturas.
Esta escultura, aunque Natividad le ha cambiado el nombre por Endimión para su historia imaginaria, es una réplica de la primera que creó Saint-Marceaux para el edificio Metrópolis que veremos a continuación, como otras que hay repartidas por las principales capitales de España. La original se encuentra en la actualidad en los jardines del edificio en el Paseo de la Castellana de Madrid, que acogió la sede principal de "La Unión y el Fénix" y que hoy pertenece a la "Mutua Madrileña".
Vamos a realizar nuestro paseo en orden creciente de los números de la calle para que los puedas encontrar fácilmente si te decides a visitarlos en persona.
Edificio Metrópolis
Gran Vía esquina a Alcalá
El tejado del edificio de la aseguradora Metrópolis tiene uno de los más bellos conjuntos escultóricos de la Gran Vía, compuesto por once grupos de esculturas.
Culminado por una Victoria Alada obra de Federico Coullaut Valera, como puedes ver en esta espléndida vista que tomé desde la terraza del Círculo de Bellas Artes.
A principio de los setenta esta escultura sustituyó a la original del rapto de Ganimedes (o Endimión según Natividad) por el Ave Fénix, de la que ya he hablado antes, cuando el edificio pertenecía a la compañía de seguros La Unión y el Fénix, que había encargado a los arquitectos franceses Jules y Raymond Février, y que llevó a cabo en 1910 el español Luis Esteve Fernández-Caballero.
Debajo de la Victoria Alada puedes ver la Escultura titulada "La familia, la protección contra el fuego y la ayuda al mundo laboral", obra del escultor valenciano Mariano Benlliure.
Edificio Grassy
Gran Vía, nº. 1
Gran Vía, nº. 1
En este edificio construido por Eladio Laredo en 1916, podemos apreciar los paneles cerámicos decorativos policromados y dorados de Daniel Zuloaga.
También puedes apreciar el magistral templete que culmina el estrecho edificio.
El nombre del edificio viene desde 1952 cuando se establece el relojero suizo Alejandro Grassy en la planta baja y abre una tienda de relojería de alta gama, dando renombre popular al edificio debido al empleo de grandes anuncios en la fachada del edificio.
Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid
Gran Vía, nº 10
Las figuras mitológicas de Pandora (portando la caja que abrió y de la que salieron todos los males del mundo, quedando sólo la esperanza) y a los lados Vulcano-Hefestos con su particular birrete y Venus-Afrodita con un camisón, se sitúan en un nicho, obra de Miguel y Luciano Oslé, en este edificio propiedad de la compañía de Seguros la Estrella construido en 1921.
Parte del solar de este edificio había sido en otros tiempos el Palacio de Masserano, embajador de Carlos III en Londres y París, y el lugar donde pasará su infancia Víctor Hugo en tiempos de José I Bonaparte. El mismo edificio también fue la sede durante mucho tiempo del Heraldo de Madrid, desde que se fundó. Más adelante acogió un teatro pequeño para aficionados que estuvo allí hasta que se derribó para poder construir la Gran Vía, y actualmente es la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.
Centro cultural de los Ejércitos
Gran Vía, nº 13
Merece la pena que detengamos la vista antes de llegar al tejado para admirar la puerta del Casino Militar con su visera de cristal, diseñada como el resto del edificio por Eduardo Sánchez Eznarriaga en 1914 e inaugurado 1916, constituye una muestra de la arquitectura vienesa de la Bélle Epoque.
Cada Navidad, en este edificio se monta el Mercadillo de Navidad como puedes ver en este post del Blog, que mantiene un gran sabor y tradición, dándote la oportunidad de ver parte de los salones del interior.
Cúpula de la Casa Dos portugueses
Calle de la Virgen de los Peligros esq. Caballero de Gracia
La cúpula azul que podemos ver desde la Gran Vía pertenece a la sede comercial de la Casa Dos Portugueses y se construyó entre 1920 y 1922 por el arquitecto Luis Bellido y González.
Dada la gran altura de su posición se puede ver desde la Gran Vía y desde la calle Álcala también.
Templete de la Adriática
Gran Vía, nº39
Es quizá el mejor mirador de la Gran Vía, ya que se encuentra en el punto en el que la calle hace un ángulo en la mismísima Plaza de Callao, y por ello, desde su terraza con columnas se puede divisar, tanto la Gran Vía hacia Plaza de España, como hacia su comienzo en Alcalá.
Actualmente el propietario del inmueble es la compañía de seguros alemana Allianz, que en 2005 compró La Adriática, y que no tiene abierto al público este magnífico mirador.
El Ave Fénix y el Romano en el tramo final de la Gran Vía
Gran Vía nº 60
En el tramo final de la Gran Vía podemos ver las dos últimas esculturas de este "museo de los tejados" al aire libre, cuya vista área podrás apreciar desde la cafetería de El Corte Inglés de Callao con unos prismáticos o una cámara con un potente zoom, como puedes ver en estas fotos.
El rapto de Ganímedes por el Ave Fénix
Ya en detalle, esta escultura es una de las cinco réplicas de la original que se hicieron para el edifico Metrópolis como os conté anteriormente.
El romano
En el número 60 nos espera el personaje que ha sido bautizado como El Romano pero al que también la gente se refiere como El Coloso o El Atlante, del escultor Victorio Macho, realizada en bronce en 1930.
La escultura representa a un hombre vestido únicamente con una capa blanca, dejando al aire su fornido cuerpo y sus atributos masculinos, sujetando sobre su cabeza una pequeña casa o templete que representa el ahorro. No en balde se encuentra en lo más alto de lo que fue el Banco Hispano de la Construcción, reconstruido después de la guerra civil por el arquitecto modernista Fernández Shaw. Hay quien está pidiendo que a este edificio que se le denomine la Casa del Ahorro.
Se cuenta que el autor quiso hacer un homenaje oculto a la primavera ya que cada 21 de marzo, el último rayo de sol que ilumina Madrid atraviesa la casa que sostiene el romano sobre su cabeza.
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Pues que decirte? Me parece un gran trabajo y que aplasta mi idea (y la de tantos) de recopilar fotografías de las figuras y relieves que vemos al pasear por nuestro Madrid. Enfin, gracias por hacernos el trabajo y con buen material y mejores ojos. Enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Jalo. Lo que dices de los ojos es verdad... yo le llamo ir por las ciudades con "ojos de fotógrafo", que es diferente de simplemente pasear y disfrutar de los monumentos.
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