Saint Malo se encuentra en la desembocadura del río Rance, en la Bretaña francesa. Su centro histórico tiene la particularidad de estar amurallado completamente, con una construcción que remonta al siglo XIII. Las fachadas y torres que emergen de las fortificaciones confieren a la ciudad una silueta muy característica. Recorriendo el camino de ronda sobre las murallas te permite disfrutar de unas vistas impresionantes.
A escasos metros de las murallas se encuentran las islas del Petit Bé y del Grand Bé. La primera destaca por su fuerte (en la foto de portada), la segunda alberga la tumba de Chateaubriand. A ellas se accede a pie con marea baja.