En este décimo primer post de la visita que estamos haciendo por las Tierras Altas de Escocia hoy llegamos al bosque del Hermitage en el vivirá la sensación de poder encontrarte con hadas y gnomos entre el musgo y los altos árboles que lo forman. Ésta era la sorpresa que os decía en el primer capítulo que os esperaba antes de llegar a Edimburgo, ya que no te esperas encontrar un paraje tan idílico y cautivador.
RECOMENDACIÓN MUSICAL
Si pinchas el PLAY puedes escuchar en Spotify de tu propio equipo en la música de la banda sonora de la serie de TV Outlander (Forastero) los bailes de los druidas, los elfos y las hadas. |
Este bosque es un paraje natural Patrimonio de la Humanidad que se encuentra entre las localidades de Dunkeld, Perth y Kinross, a orillas del río Tay. Aunque a primera vista parezca un bosque natural la realidad es que fue creado por los Duques de Atholl, una de las familias nobles de Escocia que a mediados del siglo XVI mantenían una residencia en Dunkeld, muy cerca del bosque, donde solían pasar el invierno.
Sucesivos herederos de los duques expandiron mucho más el territorio del bosque alrededor de la casa en Dunkeld y añadieron algunas zonas con terrazas y un templo chino, mandando plantar algunos árboles como el Abeto Douglas, el Pino Silveste, el Abeto Rojo o el Alerce, y en 1757 construyeron un edificio llamado Hermitage con la intención de disfrutar de la mejor zona del río Braan, las cascadas Black Linn, una preciosidad para la vista. El Hermitage se convirtió enseguida en la zona más visitada del parque gracias a esta maravillosa cascada.
En 1783 se comenzó una pequeña reconstrucción en el Hermitage con la intención de crear un santuario al poeta ciego, Ossian. El nuevo salón del edificio quería crear un impacto visual y una sensación de shock para el visitante nada más entrar. La sala desde donde el espectador ve la cascada la adornaron con espejos para crear un juego visual y que pareciera que la cascada aparecía desde todos los ángulos. Con el tiempo, Hermitage terminó siendo conocido como la sala de Ossian (Ossian’s Hall).
En 1943 la octava duquesa de Atholl decidió donar esta zona abandonada junto a 33 hectáreas más del bosque a National Trust for Scotland.
Cómo resumen de mi visita a Edimburgo te sugiero que veas este clip que he montado con las mejores vistas de la ciudad y al que le he compuesto una música típicamente escocesa.
Puedes ver más vídeos como éste con mi música, en mi cuenta de Instagram pulsando el botón de más abajo.
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