El sol va cayendo en Santoña reflejándose en las aguas de su ría. La tarde invita a pasear y a pescar plácidamente en las marismas y el paseo marítimo. Las antiguas barcas de pescadores indultadas se jubilan en este remanso de paz mientras sus tablas aguanten.
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| El sol riela en la ría y las barcas se disponen a dormir |
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| La tertulia ayuda a la espera de que algún despistado bocarte pique en el anzuelo |
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| El espejo plateado te deslumbra con una fuerza inusitada |
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| El paseo marítimo es un continuo vaivén de personas paseando disfrutando los rayos de sol que no siempre se encuentran |
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| Mientras los niños se refrescan en la improvisada playa los pequeños barcos te llevan a Laredo |
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| La playa de Laredo está a un tiro de piedra y parece que se pudiera tocar |
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| Las embarcaciones deportivas duermen al abrigo de la ría sin temor al temporal |
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| Turistas y paisanos disfrutan el sol en los duros pero anatómicos bancos de granito de la pradera a lo largo del paseo |
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| La trainera entrena esforzadamente para su próxima competición a la fuerte voz del patrón |
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| ... y un chaval te deja con la boca abierta cuando ves sus piruetas en el monopatín |
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