El hórreo es una edificación que podemos contemplar a lo largo de todo el norte español pero quizá no tan en abundancia como en la población de Bueño (Asturias), donde hay plantados 46 de ellos en perfecto estado de conservación. Las generaciones sucesivas de sus habitantes los han utilizado y conservado desde el siglo XVI hasta nuestros días y ahora podemos disfrutarlos. Te invito a que sigas leyendo este post para acompañarme a lo largo del Paseo de los Hórreos.
El Hórreo es granero, despensa y almacén. Está elevado del suelo para aislarlo de la humedad y posee losas salientes sobre sus pilares para evitar que entren roedores. El espacio bajo su cámara sirvió como cobertizo, lugar de reunión y taller de numerosos oficios artesanales. Hoy en día de garaje como podemos ver en algunos.
Los graneros elevados se encuentran extendidos por muchas regiones húmedas del mundo, aunque las características especiales de los asturianos son su cubierta a cuatro aguas, la disposición vertical de las tablas de las paredes, la ausencia de la unión de las piezas de la cámara y la posibilidad de ser desmontado y trasladado de lugar.
Desde la época medieval ya existían los hórreos aunque el modelo actual apareció a finales del siglo XV. Una evolución del hórreo es la Panera, que tiene planta rectangular y seis o más pegollos (pilares) a diferencia del de planta cuadrada, alzado sobre 4 pegollos. En el resto de su estructura son semejantes.
Cuatro paneras están decoradas en el siglo XVII recordando unas al estilo Carreño y otras al estilo Allande.
Muchos de ellos son de propiedad compartida lo que se refleja a veces en la existencia de varias puertas de acceso y escaleras.
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