De las primeras frases que oyes cuando entras en las Escuelas de Ingenieros es que la palabra “Ingeniero” viene de “ingenio”.
El que es ingeniero por vocación, el que desde niño mira las estrellas y, en vez de buscar el Zodiaco se pregunta cómo llegar a ellas, el que destripa el coche de bomberos eléctrico que le han traído los Reyes para sacarle el motorcito eléctrico y examinarlo, además de conseguir una sólida formación técnica cuando termina la carrera, es capaz de aplicar todo lo que ha aprendido de una manera creativa e ingeniosa, porque lo vive, porque le apasiona cómo funcionan las cosas y cómo se construyen.
El que es ingeniero por vocación, el que desde niño mira las estrellas y, en vez de buscar el Zodiaco se pregunta cómo llegar a ellas, el que destripa el coche de bomberos eléctrico que le han traído los Reyes para sacarle el motorcito eléctrico y examinarlo, además de conseguir una sólida formación técnica cuando termina la carrera, es capaz de aplicar todo lo que ha aprendido de una manera creativa e ingeniosa, porque lo vive, porque le apasiona cómo funcionan las cosas y cómo se construyen.